La escultura barroca se desarrolla a través de las creaciones arquitectónicas, sobre todo en estatuas y también en la ornamentación de ciudades en plazas, jardines o fuentes. La madera y el mármol eran de uso preferente.
Sus características principales son:
El realismo, La tendencia a representar la figura humana con objetividad, tanto en los aspectos más sublimes como en los más vulgares.
La representación del desnudo en su estado puro, como una acción congelada conseguido por el efecto de la composición asimétrica, la técnica del escorzo y los contornos difusos e intermitentes. Dirigiendo así la obra hacia el espectador con un gran expresionismo.
La gran movilidad energía y vitalidad, que a menudo se engarzaban en composiciones complejas y los efectos luminosos creados por los pliegues de la ropa.